Ayer los duendecillos se fueron cargados de trabajos, dibujos, libros, manualidades, notas y diplomas. Llegaron a casa con las manos llenas y las pilas listas para recargar durante un largo verano que espero que disfruten un montón.
Gracias a todos por vuestra sinceridad, por recordarme que la inocencia sigue viva y la imaginación no tiene límites. Gracias por compartir y enseñarme día a día. Gracias por trabajar, reir, llorar, ayudar, respetar, dialogar y querer aprender de la manera en que lo habeis hecho.
Y a vosotros padres y madres, gracias por haberme dado la oportunidad de conocer a sus pequeños durante todos estos meses y por hacerme feliz enseñándoles día a día.
Me gustaría, ya para despedirme, compartir un texto de
Dr. Augusto Cury:
1. Los buenos maestros tienen buena cultura académica y son elocuentes, mientras que los maestros fascinantes tratan de entender el funcionamiento de las mentes de sus alumnos para poder educarlos mejor.
2. Los buenos maestros tienen una metodología y son didácticos, mientras que los maestros fascinantes tienen la sensibilidad para hablar a los corazones de sus alumnos.
3. Los buenos maestros educan la inteligencia lógica, mientras que los maestros fascinantes educan la emoción, enseñan a sus alumnos a explorar su propio ser.
4. Los buenos maestros usan la memoria como depósito de información, mientras que los maestros fascinantes la usan para estimular la creatividad.
5. Los buenos maestros son temporales, mientras que los maestros fascinantes son inolvidables.
6. Los buenos maestros corrigen el comportamiento, mientras que los maestros fascinantes resuelven los conflictos en el salón de clases con inteligencia.
7. Los buenos maestros educan para una profesión, mientras que los maestros fascinantes educan para la vida.
Mi intención siempre fué la de ser una maestra fascinante,
espero haberme acercado.
¡GRACIAS A TODOS!
Y
FELIZ VERANO